El olor a tinta que cubre su piel la convierte en  la droga perfecta.
Adicción sin contradicción.

Todo su cuerpo es un manifiesto en contra de las reglas.

Solo existe una regla.
La más importante de todas.

Nunca irte sin besar.

Código gravado en la piel.
Palabras sagradas.
Imágenes sacras.

Y lo más importante.

Un cuerpo inmortal.

Piel con olor a tinta y sabor a sal.

Palabras de tentación.

Los colores de tus ojos no se comparan a los colores de tu alma.

Tinta con aroma de mujer, mujer con aroma de tinta.

-marius von cheshire






Hacer realidad los sueños no siempre es fácil, se necesita un gran esfuerzo y sacrificios, y muchas veces es imposible realizar todos nuestros sueños.

Ser escritor es solo uno de los muchos sueños que tengo.

Y he aquí mi esfuerzo.

Historias que se fueron forjando a lo largo de mi vida, cuentos que siempre quise contar, rondaban mi cabeza desde hace años; hace un año, en un día como hoy, pude por fin transmitirlas de forma escrita.

Exponer mi opinión y mis historias a los demás.

Lo he logrado.

A través de todo este año logre terminar un proyecto, y muchos otros fueron comenzados y continúan su proceso de creación.

Muchas historias aun por contar.
Historias pensadas hace años y que por un motivo u otro no las he podido plasmar.

Novelas de cyber-punk, comics, manga, novelas oníricas y de horrores forjados a través de incontables noches de sueño.

Este es solo un año.
El primer año.

Todo lo que viene será magnifico.

¿Por qué llamarse la risa del gato?

En honor a Cheshire, el gato de Alicia en el país de las maravillas, el gato que siempre observa, desde las sombras, oculto a la vista de todos, vigilante.

Siempre observando.
Y lo más importante.
Siempre riendo.

-marius von cheshire





10:35 pm.
La vieja mansión de iris estaba tan espectacular como siempre, todos los humanos que trabajaban para ella hacían un gran trabajo cuidando los jardines y limpiando el lugar, servían muy bien para evitar toda sospecha, eso era vital, sobre todo en un poblado tan pequeño como este.

Deje a mis tres compañeros en una cantina del lugar, pasarían un buen rato bebiendo y encontrando alguna prostituta.
Me asegure de que tuvieran una gran cantidad de dinero a su disposición.

Esta visita tenia que ser cuidadosa, la ultima ves que “platique” con iris la cosa no fue muy amable que digamos, no podía exponer a los chicos a una situación peligrosa.

Salte el gran muro que rodeaba la mansión, no fue nada difícil, de un solo intento lo logre, desde la última vez que había estado aquí, mis capacidades mejoraron notablemente.

Para mi sorpresa, iris seguía igual que siempre.

Del otro lado del muro me esperaba un sirviente de iris, ¡esa niña!, sabía que vendría.

El sirviente me indico que la señorita iris me esperaba en su biblioteca, me condujo por toda la casa, toda seguía igual, podría haber recorrido el camino yo misma a la biblioteca, sin necesidad de guía alguno, aun recordaba todo el lugar.

Iris.
Una pequeña vampiresa.
De tan solo 13 años al momento de que la convirtieran.
Cabello rojo, ojos verdes y una gran altura.
Su delgadez era espectral.
Su belleza era aun más sobrenatural.

Según los rumores.
Tenía cerca de 600 años de vida.

Nunca lo pude comprobar, ella nunca habla mucho de su pasado, nunca cuenta su historia, al parecer no le importa su historia.
Lo que si le importa es la historia de los demás.

De ahí su gran obsesión por los libros.

Su biblioteca personal albergaba cerca de 10,000 libros, antiguos como ella y ediciones contemporáneas, todos ellos cuidados con especial cuidado por iris.
Cada día leía al menos 6 libros.
No recuerdo haberla visto dormir más de dos horas.
Durante el día simplemente bajaba a la cámara subterránea y a la luz de una tenue vela leía sin parar.

Iris fue una maestra para mí.
Aunque al final termine por abandonarla.

Hoy vine de nuevo buscando ayuda.

-¿tratabas de sorprenderme de alguna forma?
La voz de iris siempre era un susurro, para todos los humanos representaba un reto escucharla.
-No tiene caso que lo diga en voz alta, sabes a lo que vine, solo te preguntare, ¿me ayudaras o no?

Aparto la vista del libro que tenia entre sus manos y me miro directo a los ojos.
Esa mirada tan bella.
Tan mortal.

-¿Exactamente en que quieres que te ayude?
Dejo el libro en la mesa de madera y espero pacientemente mi respuesta.

-Solo dime donde esta, llevo mucho tiempo persiguiéndolo, pero no soy tan buena como tu, solo dime donde puedo encontrar a Samuel.

El bastardo de Samuel.


 -MARIUS VON CHESHIRE



Podía escuchar todo lo que decían, podía escuchar cada una de sus palabras, incluso aquellas que no eran más que susurros.

Ellos ignoraban eso, por eso podían hablar libremente de todo lo que les viniera en gana, incluso si el tema de conversación era yo.


Nos encontrábamos en una parte alejada de la carretera, no había más que plantas secas y animales rastreros, el lugar perfecto para descansar y tomar un pequeño refrigerio.

Eran cerca de las 4 de la tarde, el sol estaba aun en lo alto del cielo, los chicos preparaban algo de comer, lo acompañarían con un par de cervezas frías que compraron en una estación de servicio hace algunos minutos.

En realidad Marlon fue quien las compro, él fue quien se dirigió a la estación a comprar las cervezas y la comida, ahora era trabajo de los otros dos preparar todo.

Jin y Rómulo.

Un trio de tipos duros, motociclistas en la mitad de la nada, preparando su comida.

El día de hoy el tema de conversación era yo.

Maricia.

-llevamos cerca de dos meses siguiéndola por todo el país y lo único que nos a dado es solo una pequeña parte de todo lo que nos prometió.

El grandote hablando es Jin, el mas inquieto de los tres.

-No se ustedes pero yo me estoy cansando de esto.

Rómulo fue el segundo en hablar, Marlon se reservo su opinión, solo observaba a los otros dos con una cerveza en mano.

-aun así, estamos en mejor posición cerca de ella que lejos, después de todo, los otros ya nos han visto a su lado, si nos vamos ahora, solo seremos una presa fácil para los otros.

Un punto acertado.

-Podríamos.... no se, tratar de obligarla a dárnoslo, después de todo estaría indefensa sin nosotros.

Vaya, vaya, los muchachos planeando un motín.

-No seria buena idea.

Marlon por fin se unió a la conversación, al parecer era el único con un poco de sentido común, es por eso que era mi preferido.

-¿De verdad crees que ella te necesita tanto?
Fácilmente puede conseguir a alguien más estúpido y fiel que nosotros tres.

Un poco de cordura.

Comieron y bebieron sin decir una palabra mas, parecieron entender el punto de Marlon.

Pasaron las horas, lo único que hicieron fue beber y jugar cartas.

Hasta que dieron las 6:30.

El sol se oculto hacia veinte minutos, ahora ya no quedaba nada de su luz.

Era la hora de despertar.
Realmente no necesitaba su ayuda, pero eso les daba algo que hacer, les creaba la ilusión de que eran útiles, de que me eran útiles.

Entre los tres empezaron a cavar, estaba aproximadamente a 6 metros bajo tierra, así que les tomaba al menos 15 minutos en llegar hasta mí.

Para el momento en que me encontraban, yo los esperaba con los ojos abiertos.

-¿Porque tardaron tanto?

Cada que me desenterraban veía la misma expresión en su rostro, no importaba cuantas veces lo hicieran, el que me sacaran de un hoyo en la tierra con vida siempre les impactaba.

Esta noche tenemos mucho que hacer.
Por fin regrese a mi pueblo natal.

Y la búsqueda aun no termina.


-MARIUS VON CHESHIRE